El fútbol no debe olvidar jamás a los más vulnerables. El fútbol debe ser también la emoción de la solidaridad y una fuerza de transformación imparable por un mundo mejor. Y los más grandes de este deporte deben tenerlo muy presente. Como tú Hugo que afrontas este nuevo desafío, como encarabas los retos deportivos. Mirando de frente y con todo el coraje.
Tú eres parte de nuestra leyenda. Siete temporadas defendiendo nuestro escudo. Más de 280 partidos y más de 200 goles. Rematabas balones imposibles y representabas el espíritu indomable del Real Madrid. Entrega, lucha y un instinto goleador descomunal eran parte de tu personalidad.
Contigo ganamos cinco ligas consecutivas, una copa del rey, una copa de la UEFA y tres supercopas de España. El hombre gol que fue pichichi cuatro veces y que consiguió ser bota de oro con 38 goles, un récord que tardó más de 20 años en ser batido.
Querido Hugo, gracias por querer jugar con tu Fundación otro gran partido de tu vida.
Hugo llegó a esta vida como un torbellino. La enfermera que primero lo atendió lo llevó en brazos por todo el pasillo del hospital para que todos admiraran su tamaño y su apariencia impactante. Desde niño fue inquieto y muy travieso, pero sabía distinguir lo bueno de lo malo. Yo le inculqué que tenía que ser el mejor hijo, estudiante, futbolista, dentista, amigo, esposo, padre y persona y, para mí, lo consiguió.
Hugo es una muestra verdadera de lo que los sueños, esfuerzo, dedicación, respeto, voluntad, perseverancia y amor pueden hacer por una persona para alcanzar las metas y objetivos que se quieran fijar. Con esta mentalidad se formó para llegar a ser el mejor deportista de México que ha existido, un triunfador. Desde que nació, Hugo ha sido un ser bendecido por Dios y siempre ha contado con el apoyo de la gente que le queremos.
Yo estoy muy feliz y tranquila porque Hugo siempre está al pendiente de mí para que no me falte nada. Mi hijo Hugo me ha dado muchos motivos de alegría, satisfacción, y orgullo. Le doy gracias a Dios porque he disfrutado tanto de él como de todos mis demás hijos.
El legado de Hugo Sánchez en los pumas de la UNAM es incalculable. Y es que tanto como jugador, y años después como técnico, su huella quedó marcada dejando títulos y galardones. Como futbolista, llegó después de participar en los juegos olímpicos de Montreal 1976, su debut fue el 23 de octubre de ese año ante los Tigres de la Universidad de Nuevo León, y en marzo de 1977 marcó su primer gol ante el América cobrando un tiro libre en el Estadio Azteca. Fue campeón de liga en las temporadas 1976-1977 y 1980-1981, además de haberse coronado como mejor goleador en 1979 compartiendo el título con su compañero Cabinho.
Sus espectaculares giros en el aire y agilidad dentro del área, lo convirtieron en un referente de la delantera universitaria que tuvo tardes mágicas, particularmente cuando enfrentando al atlante en el Estadio Azteca, lanzándose una chilena que tiempo después sería bautizada como “huguina”. Pero sin duda, el gran colofón de su paso por los Pumas fue la temporada 1980-1981, donde además de coronarse en el torneo local obtuvo el trofeo de CONCACAF y después de la Copa Interamericana derrotando al Nacional de Montevideo luego de una serie de 3 partidos.
La última tarde que Hugo vistió la playera universitaria marcó un gol en la final de los Pumas ante Cruz Azul. Aquel domingo 9 de agosto de 1981 se cerró un capítulo importante de su vida futbolística antes de comenzar la aventura en España. Años después se convirtió en técnico y le dio a la universidad un bicampeonato llevándose los 2 títulos disputados en el año 2004. La afición reconoció así en esta nueva faceta al ídolo más grande que ha tenido este equipo en toda su historia. Así como también será recordado como el mejor rematador de todos los tiempos.
Pocos habrían aguantado el infierno de llegar a una metrópoli como Madrid con falta de apoyo y recelo por parte de los que le ficharon. Hugo Sánchez soportó todo y en poco tiempo hizo rico al Atlético con su traspaso al Real Madrid. Los que le ninguneaban a su llegada, le daban palmadas en la espalda mientras contaban el dinero recaudado. Su arribo al Bernabéu tampoco fue fácil. Más recelos. Los titulares de prensa eran para Butragueño y su quinta. Volvió a derribar la puerta del recelo a base de goles. Goles al primer toque. Sin adornos (salvo obras de arte como la chilena al Logroñés). Con efectividad nunca vista. Convirtiéndose en el mejor rematador de todos los tiempos así hasta ganar cinco veces el galardón de máximo goleador. Conocí al Hugo tímido de 1981, cuando aterrizó en mi país. Despedí al Hugo maduro, casi cuarentón, cuando metió sus últimos goles en el Rayo. En esos veinte años, jamás me falló como persona. Y ese es el gol más importante del que debe presumir.
Hugo Sánchez elevó su leyenda en ciudad universitaria como director técnico de los Pumas, tras conseguir un bicampeonato de liga en 2004, el título de campeón de campeones ese mismo año y catapultó a los Pumas al plano internacional tras conquistar el trofeo Santiago Bernabéu, en la Casa Blanca, donde derrotó al Real Madrid.
Además calificó a la escuadra del pedregal a la Copa Libertadores en 2003; la única participación de los felinos en el torneo continental, donde llegaron a la fase de octavos de final; bajo la dirección del “pentapichichi” Pumas también jugó la copa sudamericana. Es incuestionable el aporte de Hugo Sánchez como estratega al equipo que lo vio nacer como jugador, donde le dio dos títulos de liga en cada faceta. Así viviendo las dos épocas doradas que ha tenido la escuadra felina. La Selección Nacional era un objetivo indudable y después de siete semanas al mando del Necaxa, Hugo Sánchez, fue nombrado técnico nacional. El equipo tricolor recuperó su esencia, un equipo combativo, que conquistó el tercer lugar de la Copa América Venezuela 2007 y fue subcampeón de la Copa Oro 2007.
Un logro más en la carrera de Hugo como técnico es la permanencia del Almería en primera división de España en la temporada 2008-2009. El antecedente inmediato de Hugo como DT es el Club Pachuca en México en 2012. Hugo Sánchez Márquez sigue dando pasos en línea recta al horizonte con la misión de devolverle al fútbol, un poco de lo mucho que le ha dado.
